Historia

Los inicios de la Sociedad Italiana de Catamarca se entrelazan con los de la inmigración en la provincia. Es decir, con aquella época de la llegada de sucesivos oleadas de inmigrantes de diversas nacionalidades que fueron radicándose a lo largo y ancho de todo el país. Catamarca recibió también su presencia y pronto los distintos grupos buscaron organizarse en instituciones que los representaran y sirvieran también de contención de angustias y ansiedades originadas por el hecho de encontrarse lejos de sus afectos y de su patria.

Desembarco de inmigrantes italianos
 Respondiendo a tal realidad el 31 de mayo de 1890 nacía la Sociedad Unione Italiana de Socorros Mutuos conformada por la mayoría de italianos residentes en la capital de la provincia y alrededores. Desde entonces y hasta el presente, a lo largo de 123 años, seria la representante oficial de la colectividad de la provincia.

La presencia italiana en nuestra ciudad, tuvo significativos representantes a lo largo de los años. A mediados del siglo XIX el arribo y radicación del Arquitecto Caravatti marca una impronta de gran significación cultural en la ciudad. En 1859 junto al constructor Antonio Zanata, construyen la Casa de Gobierno, se iniciaba entonces la realización de importantes obras que lograron transformar la fisonomía arquitectónica de la ciudad, elevándole su categoría de capital. Fueron ellas Iglesia Matriz, Seminario Conciliar, Obispado, Escuela Clara J. Amstrong, estanque del Paseo Gral. Navarro (Alameda), Hosp. San Juan Bautista, Cementerio, Iglesia San Isidro.

 Junto a Caravatti trabajaron otros arquitectos italianos: Domingo Offredi, Fray Luis Giorgi, el constructor Adonai Spreafico creadores de la Iglesia San Francisco.

También marco época desde mediados del siglo XIX hasta mediados del siglo XX fue la enseñanza y difusión de la música. Profesores de piano, clarinete, flauta y canto, los hermanos Angel y Cayetano Spadini, conformaron las primeras bandas de música de la provincia.

En 1901 llego el Maestro Mario Zambonini, formado musicalmente en el Real Conservatorio de Parma, enseño música en las escuelas de la capital, formo y dirigió orquestas. En 1904 se funda el Conservatorio de música y Zambonini fue su Director.

En 1907 al instalarse el Regimiento 17 de Infantería se formo la Banda de música dirigida por el Maestro Luis Campitelli y entre sus integrantes se destacaron numerosos italianos que difundieron la enseñanza de la música en la ciudad.
Discípulos del Maestro Zambonini y continuadores de su tarea fueron, entre otros, los hermanos Bellavia con su conocida orquesta, el Maestro Carlos Scida fundador y director de la banda de música de la Escuela Quintana y propietario del único negocio de venta de instrumentos musicales, partituras y métodos de estudio.

Toda esta valiosa actividad creativa, tuvo su proyección social a través de la Sociedad Italiana donde su dirigencia y asociados trabajaron para la integración a la nueva patria adoptiva, la flamante institución busco afianzarse consiguiendo sede propia. En 1904 funcionaba en pleno centro de la ciudad el teatro Cisterna, único en su género. Por dificultades económicas se puso en venta. Siendo presidente de la Sociedad el Maestro Zambonini, una asamblea aprobó su compra con el aporte económico de los socios. El mismo dirigió las tareas de reacondicionamiento del teatro y de la futura secretaria de la institución. El 9 de Julio de 1905 reabrió sus puertas el “teatro Yolanda” quien por muchos años seria el lugar obligado para las reuniones y espectáculos de jerarquía como los conciertos del Maestro Zambonini con sus alumnos, funciones de teatro, de cine, banquetes oficiales, reuniones conmemorativas, de beneficencia y sociales en general.

Las celebraciones del Centenario de la Revolución de Mayo en la provincia fue propicia para que los italianos expresaran su agradecimiento a la comunidad catamarqueña. Con tal motivo la Sociedad dono el reloj publico existente en la torre norte de la Catedral. Recientemente, encontrándose fuera de uso por desperfectos mecánicos y a pesar de la dificultad para conseguir los repuestos, la Sociedad Italiana se hizo cargo de su reparación total y del acondicionamiento del espacio que ocupa para que volviera a funcionar recordando al transeúnte el paso de las horas.

Entre 1910 y 1915 se formo una orquesta de italianos dirigida por el socio Juan Bellavia, la misma llevo a las fiestas patrias, religiosas y sociales de la provincia, los compases mas selectos de obras clásicas y populares. La Sociedad Italiana tuvo el privilegio de contar con exclusividad, la amenizaciòn de sus reuniones sociales y las celebraciones que contaban con el reconocimiento de la comunidad, asidua concurrente a las mismas.

Particular relieve alcanzaron las veladas teatrales, conciertos, bailes y banquetes conmemorativos organizados durante la presidencia de Eduardo de Michelis (1927 – 1931) cuya finalidad fue la construcción del Panteón social en el cementerio, edificio que constituyo un nuevo aporte arquitectónico por la elegante cúpula que cubría su techo. Fue también en esta época que la mujer Italiana se incorpora a las actividades sociales y culturales integrando la Comisión de Damas.

En la práctica deportiva se destacaron los socios organizando y practicando en torneos de tiro al blanco. Según referencias fueron los italianos quienes iniciaron en Catamarca la práctica del “tiro al platillo” siendo Luis Colla el campeón mas conocido.

A partir de 1920 las funciones de cine fueron cada vez frecuentes, llegando a proyectarse en 1928 la 1º película sonora. En 1932, conforme a los requerimientos de la época el teatro se convirtió en Cine Ideal.

Ese mismo año se inicia la construcción de un salón social en la parte alta ocupando todo el frente del cine. El proyecto de Lino Lorengutti incluyo una fachada al estilo Art Deco que engalanaba la principal arteria comercial de la ciudad. Con elevado criterio el mismo se mantuvo a través de los años y recientemente fue declarado edificio de interés municipal por ser uno de los 3 únicos representantes de ese estilo que hoy conserva la ciudad.

Hacia 1938 se realizaron obras de ampliación y acondicionamiento de la sala cinematográfica y fue arrendada a la Compañía Cinematográfica del Norte con sede en Tucumán la misma se mantuvo hasta 1982.

La celebración del 50º aniversario de la Sociedad (1940) fue ocasión para que la institución recibiera el respetuoso reconocimiento del pueblo y gobierno de la ciudad quienes participaron activamente en los actos programados.

En 1962 con la incorporación de un grupo de jóvenes italianos recientemente radicados en la provincia, se renovaron las actividades. Siendo presidente Guido Varagnolo, se trabajo para acercar y aumentar la masa societaria, se publico un boletín informativo mensual “El Tricolor”, se organizaron importantes reuniones sociales, se enriqueció notablemente la biblioteca, la subcomisión de deportes organizo interesantes competencias moto ciclística. Las conmemoraciones tradicionales de los italianos recobraron su tradicional alegría siendo compartidas por innumerables amigos de la colectividad. Hubo conciertos de música italiana ejecutados por la banda de la policía y la actuación del coro polifónico dirigido por el maestro Guillermo Watkins. Se construyeron 2 canchas de bochas y pista de baile en el terreno del fondo del cine donde se concretaban las reuniones dominicales creando el clima propicio para la integración familiar.
Maestro Guillermo Watkins, creador y fundador del Coro Universitario

En 1963 se fundo la filial de la Dante Alighieri y comenzó a difundirse la enseñanza de la lengua y cultura italiana.

En 1965 se adquiere el predio de la ex Tropicana (frente a la Alameda) y se habilita un salón comedor y el predio deportivo.

En el mismo año el Consejo Deliberante, accede a la solicitud de la Sociedad, designando Avenida Italia a una importante arteria de la ciudad, comprometiéndose la institución a erigir el monolito correspondiente, la obra se inauguro en 1974.

A partir de 1966 la mujer italiana pasa a integrar la Comisión Directiva. El trabajo serio, el empeño y dinamismo de las mismas, sirvieron para generar un gran impulso a las actividades sociales y culturales programadas. Gracias a ellas las cenas mas importantes se prepararon bajo la dirección de expertas cocineras y las pastas caseras fueron la delicia de todos los comensales. En 1976 ante el insistente pedido de la comunidad, se inaugura el curso de lengua italiana para niños que junto a los cursos para adultos cubrían la demanda local.

Las celebraciones del centenario de la Sociedad constituyeron un valioso aporte a la vida cultural de la ciudad, ciclo de conferencias, concierto, encuentros, exposición de artesanías, feria de platos típicos regionales y como siempre el aporte solidario a alguna institución del medio. En la cena conmemorativa la presencia de mas de 400 comensales ratificaron el profundo arraigo de los italianos y sus descendientes con la comunidad catamarqueña.

Las administraciones posteriores continuaron trabajando para el progreso de la Sociedad, adecuando las obras a las demandas de los socios y a los requerimientos de los tiempos. Sin perder de vista los objetivos de mantener vivas las costumbres y tradiciones italianas, se busco brindar servicios a la comunidad y beneficios a los socios. En esa línea se amplio el Panteón Social, se mejoraron las instalaciones de Camilo Melet, se participo activamente y con gran entusiasmo en las festividades del centenario de la coronación de la imagen de la Virgen del Valle, se cerro definitivamente el cine y se inicio la construcción de una galería comercial, se habilito un salón familiar para uso de los socios en la parte norte del predio deportivo.

Al instituirse el día del Inmigrante Italiano – 03 de Junio – en homenaje al Gral. Manuel Belgrano hijo de inmigrantes Genoveses, se participo en homenajes públicos donando una placa recordatoria en la Plazoleta Belgrano del Barrio El Júmela y se donaron herramientas para el cuidado del parque; años después se dono el busto de Belgrano que se coloco en la plaza del Barrio Apolo y se regalo todo el mosaico necesario para la construcción de la vereda exterior de la escuela del barrio.

En el año 2003 la municipalidad inauguro el monumento al inmigrante italiano en la rotonda de la Avdas. Presidente Castillo y Belgrano y la Sociedad aporto la escultura de la plaza.

En el año 2006 se concreto un anhelado sueño, la construcción de un salón de eventos sobre calle Mariano Moreno, único en su tipo dentro de los limites de la ciudad capital, lo que constituye un orgullo para la institución y un servicio para la comunidad.

Recientemente se remodelaron las instalaciones de la Sede de calle Rivadavia dándole al salón una prestancia particular.

La Sociedad Italiana de Catamarca es una institución centenaria, formadora de dirigentes, conducida por gente seria, honesta y trabajadora, profundamente identificada con los objetivos de mantener la unión de la Flia. Italiana, conservar y transmitir su legado cultural, difundir la música, las tradiciones, la buena mesa, el canto, las danzas, la lengua.

A pesar de afrontar las dificultades propias de la evolución social y económica del país, siempre mantuvo su estabilidad y pujanza. El empuje y cariño con que trabajaron y trabajan las distintas Comisiones Directivas, les permitió crecer y mantener el prestigio que los fundadores soñaron alcanzar.

Ejemplo de trabajo, responsabilidad, honestidad y cariño por todo lo heredado de sus mayores.